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CENTRO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS SUPERIORES DE COMUNICACIÓN PARA AMÉRICA LATINA

MILTÓN BARRAGÁN Y OVIDIO WAPPENSTEIN

ANALIZADO POR: FREDDY CASTRO

ANÁLISIS GRÁFICO

CIESPAL,1978

Por: Ricardo Castro 

A inicios de la época de los años 50 y después de la X Conferencia General de la UNESCO en Paris, en el año de 1958, promovida por la Universidad Central del Ecuador, se decide la creación del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina (CIESPAL).

No obstante, no es sino hasta el año de 1978 cuando se decide construir la sede de la CIESPAL, y dados sus antecedentes históricos de ser el Centro regional con sede en Quito, el proyecto nace con una clara tendencia a convertirse en un hito arquitectónico para la ciudad. (Gallego 2015)

Este proyecto diseñado por Milton Barragán con la ayuda del arquitecto Ovidio Wappenstein, aplicando un tratamiento brutalista del material, específicamente el hormigón, ya que ambos arquitectos compartían este lenguaje. Convirtiéndose, así como la obra arquitectónica brutalista más conocida de Ecuador.

El terreno que alberga la presente edificación que se ubica en la calle Diego de Almagro en Quito, lugar donde existía un antiguo barranco que terminaba desembocando en el río Machángara, el cual desciende por el barrio de Guápulo. Por lo tanto, el proyecto se estableció por una diversidad de retos técnicos y arquitectónicos, debido a las especificaciones del sitio y del programa de necesidades que se requería.

Milton Barragán y Ovidio Wappenstein optaron por una serie de decisiones arquitectónicas encaminadas hacia la optimización del espacio y el desarrollo coherente del programa. Los retos técnicos y programáticos fueron resueltos a través de una propuesta de gran singularidad formal, cargada de una potente estética estructural que desafía las convecciones tectónicas. (Gallego 2015)

El proyecto resultó un desafío para Barragán, ya que su primer reto fue la cimentación con pilotes en un terreno pantanoso y se enfatiza los elementos estructurales utilizando el hormigón visto como único material. El programa arquitectónico se resuelve en una serie de salas de recepción de diversos tamaños, aulas para capacitaciones, auditorios para convenciones nacionales e internacionales, un centro de documentación, conjunto de oficinas, archivos, bibliotecas y salones. Se requería un auditorio y una serie de aulas, salas y espacios administrativos.

Pero la insuficiente superficie del terreno obligo a elevar el edificio en altura, pero la planta libre necesaria para el auditorio no dejaba posibilidad de crear un sistema porticado estructural de dimensiones normales, entonces se adoptó la estrategia de enterrar el auditorio.

La existencia de un suelo de poca carga portante exigió recurrir a tecnologías avanzadas en la época. También se diseñaron grandes voladizos en las plantas altas, quedando el edificio desnudo en su parte inferior, tan solo soportado por el tronco estructural. Esta propuesta formal y estructural tenía algunos antecedentes ya conocidos. En esta ocasión existe una intención compositiva que trabaja con los desafíos técnicos, pero que se abarca dentro de la claridad constructiva. (Aguayo 2013)

El esquema funcional fue desarrollado por gran parte de los referentes del movimiento moderno que se erigían en altura. Las escaleras, el ascensor y los servicios se organizan en el núcleo central que reparte hacia las partes superiores. El diseño abarco las inquietudes recurrentes de Milton Barragán en su arquitectura de entorno y escultura, adaptándose a los alcances admisibles por el edificio.

El trabajo de exteriores no quedó abandonado, aprovechando de mejor manera todos los espacios para generar programa al edificio. El hueco entre las plantas superiores y el techo de la recepción es considerado en el diseño. 

Los detalles del interior también fueron definidos y cuidados, utilizando un entramado de madera para la ejecución de falsos techos en el vestíbulo principal, similar al ya diseñado para el Templo de la Dolorosa. Se genera un efecto de fuga hacia el lucernario cenital, incluyendo diagonales al ortogonal espacio del hall. 

La singularidad del resultado formal del edificio incita a los arquitectos a favorecer su observación. Por ello, el auditorio posee una cubierta inclinada a baja altura desde a la calle, a la que no se da acceso. Se considera exitoso el proyecto, ya que se resolvieron las dificultades técnicas y programáticas, aplicando además innovación, habitabilidad y expresividad. (Remon 2021)

En el interior del edificio es caracterizado por la claridad espacial, la abundancia de luz y el cuidado del detalle. La forma de entrar, lateralmente y desde una altura superior al hall del auditorio. Las presentes texturas de hormigón permiten apreciar todos sus matices, dando el material una nueva dimensión al significado del edificio.

La entrada principal del edificio está en la ruidosa calle Diego Almagro. Al ingresar el puente de hormigón, que permite el acceso al edificio, se parece a los puentes levadizos de los castillos medievales, que se rodeaban de un canal alrededor del edificio.

La planta baja tiene forma de abanico. Esta ocupa el triángulo mayor de un cuadrilátero, que es la forma del auditorio estructuralmente. Desde el exterior tiene cuatro pasillos en escalera, que van descendiendo hacia el escenario, que evidentemente ha sido diseñado con poca profundidad, ya que está destinado solamente a ocupar la presidencia y la mesa directiva de los participantes. (Aguayo 2013)

Este auditorio ha sido uno de los más solicitados a lo largo de los cuarenta años que tiene este edificio; incluso se realizó una posesión presidencial aquí, hace unos dos o tres periodos, de un presidente de la República.

En el transcurso de los años este edificio se ha representado como un árbol de hormigón, que emerge desde sus cimientos. Esta construcción es conocida por los quiteños como la "Casa de Tarzán", por su peculiar estética. (Remon 2021)

Barragán planteó su propuesta como la semilla de un árbol de hormigón y que esta edificación desde sus raíces crecería de manera vertical hacia la parte superior, exactamente como ascendería un árbol con sus hojas y sus frutos.

Esta obra además de ser un referente arquitectónico también se convirtió en escenario de uno los cambios más contemporáneos en la historia del Ecuador, debido a que el Ecuador se encontraba en un auge económico debido al crecimiento económico influenciado de la época, también existe una fuerte influencia de las nuevas tecnologías innovadoras en el tiempo que se consolido el proyecto. (Gallego 2015)

En conclusión, a este proyecto se evidencia que la calidad de los ambientes interiores se resuelve a la manera brutalista, combinándose los materiales del hormigón y la madera de una manera virtuosa. Luz, funcionalidad y el espacio que se dialogan, generando atmósferas tremendamente habitables.

Este proyecto exprime y aprovecha las condiciones rígidas a las que estaba sometido, articulando un sistema complejo de espacios subterráneos, patios, terrazas y el volumen jerárquico de la torre. Dentro de la trama urbana consolidada, este edificio se encuentra entre los más relevantes y propositivos de la obra de Milton Barragán.

Bibliografía

Aguayo, Geovanny. Tectónica brutalista en Quito: Milton Barragán y Ovidio Wappenstein. 16 de Marzo de 2013. https://docomomo.org.br/wp-content/uploads/2016/08/OBR_79.pdf.

Gallego, Victor. Milton Barragán, 80 años de arquitectura brutalista en Ecuador. 16 de Marzo de 2015. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/761068/milton-barragan-80-anos-de-arquitectura-brutalista-en-ecuador.

Remon, Rosa. CIESPAL Casa de Tarzán para los quiteños. 16 de Marzo de 2021. https://arquitecturayempresa.es/noticia/ciespal-casa-de-tarzan-para-los-quitenos.

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