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ANTIGUO HOSPITAL SAN VICENTE DE PAUL

FRANCISCO SCHMIDT

ANALIZADO POR: DIANA GÓMEZ

ANÁLISIS GRÁFICO

HOSPITAL SAN VICENTE DE PAUL (1968)

 

Por: Diana Gómez 

Se encuentra ubicado en Ibarra. “Los planos fueron diseñados por el Hermano Benito Aulin, de las escuelas cristianas. La obra tenía un elegante estilo y fue considerado durante muchos años como el mejor hospital de la república.” (Garzón, 2019) . Está en la parroquia San Francisco entre las calles Juan Montalvo y Cristóbal Colon. Es una de las edificaciones sobresalientes del centro histórico ya que conserva el estilo de la época, además el ambiente que lo rodea tiene similares características, está conformada por una cuadrícula con ejes viales algunos de los cuales terminan en plazas, parques o edificaciones, la ciudad presenta planeamiento urbano con una morfología urbana perfectamente distinguible en su trazado vial. 

El inmueble presenta arquitectura republicana temprana, También tiene un estilo arquitectónico ecléctico porque se combinaron diferentes estilos y elementos en los que se puede observar una continuidad y simetría en sus fachadas, especialmente en la fachada frontal de la calle Juan Montalvo la cual tiene una continuidad progresiva donde la escala acentúa su jerarquía, el ritmo armónico acentúa la dinámica urbana en todo su contexto por el manejo de los mismos colores que no rompen con la continuidad de la misma.  

Las fachadas laterales tienen repetición en las ventanas arcos de medios punto rebajado y ojivales en los que también se puede observar rejados en hierro. El material de construcción es fundamentalmente tapia, adobe, ladrillo y la piedra se usó para reforzar los ángulos las columnas y pilastras. Los espacios se encuentran distribuidos, en posición convergente a la capilla que debía ir al centro del patio pero que al final se construyó en la esquina del lado sur que está integrada completamente al volumen, también cuenta con una sucesión de patios integrados al patio central. 

Se ha hecho el uso del orden dórico en sus columnas, ya que no utiliza basa; el fuste de la columna descansa directamente sobre el estilóbato, que es el escalón superior del estereóbato, que terminan en dovelas, también cuenta con aleros formados por canes o zapatas sobre los que descansa el extremo el tejado. Se mantuvieron las baldosas antiguas y los entrepisos de madera. 

Hay homogeneidad estética, en el manejo de color en la fachada frontal existen diversos elementos que dan jerarquía a la edificación, pero mantiene una continuidad en la edificación y en el sector las fachadas laterales se manejan en una igualdad y repetición de elementos y color lo que genera una unidad absoluta de la construcción. 

 

Funcionalidad simbólica 

El proyecto se encuentra en la ciudad que tiene tras de sí una variada historia que engloba hazañas de los pueblos, reúne varias características culturales, artesanales, paisajistas y arquitectónicas. De la ciudad que renació después del inminente terremoto de 1968, para empezar con una arquitectura cuadricular mantenida hasta la actualidad.

 

La ciudad de Ibarra fue refundada a partir del 28 de abril de 1872, luego del terremoto del 16 de agosto de 1868 para comenzar su nueva historia, sus identidades y venideras generaciones, “se cuenta la reinstalación urbana, civil y religiosa al regreso de su peregrinaje por los campos de la Esperanza durante cuatro años” (Chávez, 2012). En la reconstrucción, sobre las huellas de los solares nativos, junto a otros edificios necesarios al servicio público surgió la necesidad de un hospital para la ciudad, debido a los altos casos de enfermedades que asechaban la población en esa época. Antonio de Carvajal dona para dicho hospital una solar que le fue repartido en la población de esta villa, y el Doctor José Benigno Cevallos, se encargó de llevar la obra, invertir los fondos y proporcionar la mano de obra para la construcción del Hospital. 

“La ciudad que cuenta con un hospital indica que tiene título para ser contada entre las mejores: en ella no se escucha quejidos que salen del centro de miserables moradas, ni se ven por la calle enfermos desvalidos que buscan inútilmente alivio a sus males fijando melancólicas miradas en los transeúntes que pasan sin advertirlos. Por eso nos regocijamos al saber que en Ibarra va a plantarse un hospital, y felicitamos a sus moradores” (Martínez, 2009). 

El sector en el que se construyó el edificio estaba dentro de las 9 manzanas que se establecieron para el trazado original de la retícula adaptada a la irregular topografía de la zona aprobado por García Moreno. A pesar de que la edificación forma parte del Centro Histórico, por su ubicación se encuentra un poco descentralizado. En los primeros años de funcionamiento, la casa de salud debió sufrir muchas limitaciones debido a su escaso presupuesto (Chávez, 2015) Debido a esto en 1880 se dispuso para su mantenimiento fondos procedentes de exportación de esquinas que fueron asignadas en 1878, productos de los llanos denominados “La Esperanza”, cuya propiedad se adjuntó al hospital que los había poseído hasta aquel día, el    capital íntegro del monte de Piedad cuyos rendimientos estaban adjuntados al Hospital por decreto legislativo, todo el sobrante que pudiese existir en el erario de los fondos de Beneficencia de la iglesia, además de una cantidad dada por parte del estado. Al inicio de sus actividades y comenzó con el funcionamiento de una sola sala general, pero al con el paso del tiempo se fue incrementando sus servicios y dependencias.  

El Hospital San Vicente de Paul estuvo funcionando por mucho tiempo al servicio de la ciudad hasta que se consideró que era necesario un espacio actual, moderno y amplio para el desarrollo de un nuevo hospital para la ciudad creciente, así se construyó el nuevo edificio. Dejando al actual en abandono, hasta que la UTN se encargó de su restauración, cambiando su función a aulas, laboratorios para los estudiantes. 

El Hospital San Vicente de Paul fue una pieza importante en el desarrollo urbano de la ciudad y como tal ha estado sometido a diversos procesos de transformación a lo largo de la historia, por mucho tiempo las personas se sentían orgullosas del edificio, pero con el paso del tiempo y el surgimiento de nuevas edificaciones con más tecnología, poco a poco se ha olvidado dicho hospital a tal punto que quedo en el abandono total, su valor simbólico y funcional están obsoletos en la actualidad. 

 

 

Referencias bibliográficas: 

Chávez, A. (2012). El Cristo de la morgue. Ibarra. 

Chávez, l. D. (06 de 2015). El Hospital San Vicente de Paúl. Obtenido de http://www.ccpd.ibarra.gob.ec/wp-content/uploads/2015/06/9-CASA-PATRIMONIAL-HOSPITAL-SAN-VICENTE-DE-PAUL.pdf 

Garzón, M. (2019). Percepción de liderazgo en los profesionales de enfermería. Ibarra, Ecuador. 

Martínez, I. d. (2009). Ciudad y Arquitectura Republicana Ecuador. 1850-1950.  

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